El realismo mágico en El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez
Resumen
A
la luz de un análisis conceptual e histórico, el presente ensayo pretende exponer los elementos de realismo mágico contenidos en la
obra El
amor en los tiempos del cólera (1985)
del
escritor colombiano Gabriel García Márquez (1927-2014).
Es
conocido que es Cien
años de soledad
(1967) la novela cumbre
por la cual le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura y por la
cual se le atañe no solo su fama sino su representación como
exponente del realismo
mágico
Latinoamericano; sin embargo, este estudio pretende hacer una lectura
de una de sus obras que, en principio solo podría enmarcarse dentro
del género del romance. Por supuesto que para comprender lo mágico
realista en esta obra de América Latina, antes será necesario
describir el viaje que ha realizado el término «realismo
mágico»
no solo
en cuestiones geográficas (del continente europeo al americano);
sino
de género artístico (del post-expresionismo pictórico a la
literatura).
Para
llevar a cabo lo anterior, se hará un breve recuento que abarque
desde el precursor de la teoría viajera, hasta los personajes que
permitieron la mutación de la misma. El esquema del presente
análisis permitirá una mejor comprensión del movimiento artístico,
que empiece desde sus raíces, pase por su evolución y logre ser
concatenada con los elementos característicos del realismo mágico.
Para
este fin se analizarán los conceptos de los teóricos de este
movimiento a lo largo de la historia, a través de varios fragmentos
que dentro de la obra resultan ya sea poéticos, inverosímiles,
extraños, hipérboles, sobrenaturales y que en la novela son
tratados como naturales, pero que son los elementos característicos
del realismo mágico en la literatura latinoamericana.
Finalmente,
los susodichos elementos serán leídos en clave de alegoría
nacional, en el que la historia de amor imposible entre los
protagonistas del libro, se torna como el reflejo de una historia de
conflicto de todo un país, Colombia.
El realismo mágico en El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez
Para
abordar como objeto de estudio el concepto de «realismo
mágico»
contenido
en la obra literaria El
amor en los tiempos del cólera,
es requisito hacer un recuento histórico de la mutación del término
y de la transferencia a nivel cultural, de lenguaje, de género
artístico y de ubicación geográfica que ha permitido que el
concepto haya viajado hasta arribar —si
bien no con un carácter de certeza absoluta, sí de proximidad
teórica—
a lo que hoy conocemos del mismo.
Fue
en el año 1925, cuando el alemán Franz Roh acuñó por primera vez
el término «realismo
mágico»,
concepto que si bien es cierto no será estudiado en la narrativa de
García Márquez con la connotación de su sentido primario, su
origen y su transformación sí será eje de importancia a lo largo
del presente trabajo. Este crítico de arte, dentro del marco de la
publicación de un libro que tenía 87 reproducciones de pintura
post-expresionista, decidió usar el concepto para diferenciarlo de
otros movimientos pictóricos; de este modo, el mismo autor lo
definió de la siguiente manera:
Como
la obra tenía que llevar un nombre significativo y la palabra «post
expresionismo» sólo dice abolengo y relación cronológica, he
añadido el primer título bastante después de haber escrito la
obra. […] Con la palabra «mágico», en oposición a «místico»,
quiero indicar que el misterio no desciende al mundo representado,
sino que se esconde y palpita tras él.1
En
esta explicación del término se esconde un modo distinto de volver
a ver las cosas, de desentrañar una alegría que quizá estaba
perdida con los demás conceptos pictóricos.
La
inspiración que Roh tuvo del término, nació de una tensión
interna no solo entre el post-expresionismo y el realismo mágico,
sino de una comparación con el resto de movimientos de la pintura
europea.
La
presente explicación en español, se obtiene gracias a la traducción
del alemán realizada en el año 1927, por José Ortega y Gasset para
la publicación del artículo en la Revista de Occidente. Vemos
entonces, que el primer viaje de la teoría fue transnacional (de
Alemania a España), el segundo viaje fue la traducción de la lengua
(del alemán al castellano). Hasta el punto expuesto, la teoría del
realismo mágico aun permanecía reservada para el continente
europeo, por tanto, ¿cómo viaja el término a América Latina?, la
respuesta del tercer viaje resulta de la amplia difusión que tuvo la
revista española a nivel geográfico (específicamente en
Latinoamérica).
El
cuarto viaje de la teoría se da en 1938, con el crítico italiano
Massimo Bontempelli, quien se convierte en el precursor del término
a nivel literario, es decir, hasta aquí se había concebido el
concepto dentro de lo pictórico, pero ahora el concepto se
transfiere al mundo de la literatura con una característica onírica.
¿Cómo
acontece esa transferencia de género artístico? Debido a que el
crítico literario trabajaba como periodista, estuvo directamente en
contacto con las vanguardias francesas durante los años 1920 y 1930,
época en la cual funda una revista de nombre 900
—alusiva
al siglo XX—.
Al
igual que Franz Roh la idea designada con el nombre de «realismo
mágico»
surge en Bontempelli por una tensión interna y una contraposición
con otras vanguardias ya existentes, como el surrealismo de André
Breton. La diferencia es que Bontempelli acuña el término en el
ámbito literario, en tanto Roh lo había usado netamente en el campo
pictórico.
En
1949, se da el quinto viaje del término, pues además de ser
simplemente escuchado en América Latina como un movimiento pictórico
—como
había sucedido gracias a la Revista de Occidente—,
se usa por primera vez en términos literarios en esa parte del
continente Americano, y es aquí donde centraremos nuestro objeto de
estudio, pues el término empieza a ser aplicado a las novelas
hispanoamericanas por los siguientes exponentes: Arturo Uslar Pietri
(1948), Alejo Carpentier (1948), Ángel Flores (1955), Luis Leal
(1967), Ángel Valbuena Briones (1969), Tzvetan Todorov (1970),
Enrique Anderson Imbert (1975), Irlemar Chiampi (1980), Ana María
Barrenechea (1980), entre otros. Finalmente el teórico Fredric
Jameson (1986), abarca la temática no solo desde el realismo mágico
en la literatura, sino que llega al terreno del cine en América
Latina.
Es
así como vemos que se han invertido millones de páginas en el tema,
sin embargo en el presente ensayo intentaremos concatenar solo los
aspectos más relevantes aportados por los anteriores autores, con
los elementos mágico realistas existentes en la obra El
amor en los tiempos del cólera.
Es
así como iniciaremos con el venezolano Arturo Uslar Pietri, quien
habló por primera vez del concepto en el ámbito literario en los
siguientes términos:
La
consideración del hombre como misterio en medio de los datos
realistas. Una adivinación poética o una negación poética de la
realidad. Lo que a falta de otra palabra podría llamarse un realismo
mágico.2
Este
rasgo del realismo mágico característico por contemplar una noción
poética,
lo podemos vislumbrar en casi toda la novela. Veamos solo una de las
partes, en que García Márquez lo usa a través del narrador
omnisciente de la obra, para referirse a las mujeres que ejercen la
prostitución, les da el nombre de «pájaras» con cierta carga
sentimental y secreto poético:
Al
menos una vez por semana terminaba con una pájara de la noche, como
él las llamaba, de las muchas que vendían amores de emergencia en
un hotel de paso para marineros.3
El
científico Ángel Flores, en su libro Magical
Realism in Spanish American Fiction
(1955), introdujo el concepto de realismo mágico como una mezcla
entre realidad y fantasía, elemento fantasioso que en la obra de
García Márquez se desprende en el siguiente fragmento:
El
único ser que se vio desde el buque, fue una mujer vestida de blanco
que hacía señales con un pañuelo. Fermina Daza no entendió por
qué no la recogían, si parecía tan afligida, pero el capitán le
explicó que era la aparición de una ahogada que hacía señas de
engaño, para desviar los buques hacia los peligrosos remolinos de la
otra orilla. Pasaron tan cerca de ella que Fermina Daza la vio con
todos sus detalles, nítida bajo el sol, y no dudó de que en
realidad no existiera, pero su cara le pareció conocida.4
Es
ahí donde la realidad se fundiría con ese elemento fantástico del
que también hablaba Tzvetan Todorov (1970) —quien
creó una escala de nivel semántico del género de lo fantástico—,
desde el punto de vista en que el texto no tiene explicación dentro
de lo natural, o que solo tiene una explicación desde lo
sobrenatural en base a la imaginación; lo cual le da el rasgo de
maravilloso al acontecimiento extraño: En el presente caso, al
fantasma que ve Fermina Daza y que es explicado con toda normalidad
por el capitán del buque.
Luis
Leal en su artículo El
Realismo Mágico en la literatura hispanoamericana (1967),
le realiza fuertes críticas al modo en que Flores abarca el
concepto, pues este no considera que se le deba dar tanta relevancia
a lo fantástico, puesto que para Leal «el realismo mágico es, más
que nada, una actitud hacia la realidad».5Desde
ese entendido podemos complementar esa visión de Luis Leal, desde
una perspectiva en que lo racional es rechazado por la realidad. El
punto de referencia cumbre dentro de la obra, es que el protagonista
del libro irracionalmente espere a su amada más de cincuenta años,
pese a ser rechazado en múltiples ocasiones.
En
El
Realismo Mágico en la ficción hispanoamericana
(1976), Enrique Anderson Imbert califica al fenómeno como una
«categoría estética» cuya característica principal consiste en
que el escritor «para crearnos la ilusión de irrealidad, finge
escaparse de la naturaleza y nos cuenta una acción que, por muy
explicable que sea, nos perturba como extraña»6;
característica que en el presente libro podemos ver representado
cuando Fermina Daza descubre a través de su don sobrenatural del
sentido del olfato que su esposo Juvenal Urbino le es infiel,
elemento que al lector le resulta extraña de ser llevada a la
realidad, y por consiguiente solo obtiene creencia dentro de la
narrativa mágico realista.
El
cubano Alejo Carpentier, el mismo año evoca el término en el
prólogo de su libro El
reino de este mundo (1948),
aquí lo usa como propio de un movimiento que solo podría pensarse
en términos latinoamericanos y que sería raro de ser concebido en
un pensamiento europeo. A diferencia de Pietri, Carpentier le da una
connotación más real al término:
[…]
lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de
una inesperada alteración de la realidad (milagro), de una
revelación privilegiada de la realidad, de una iluminación
inhabitual o singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas
de la realidad, de una ampliación de las escalas y categorías de la
realidad [...]7
Hasta
aquí todos los autores, excepto Alejo Carpentier, centraban sus
tesis del realismo mágico con elementos sobrenaturales, por tanto
Fredric Jameson (1986) lo toma como referente y analiza el concepto
como un reflejo de las realidades sociales y políticas de los países
del tercer mundo —término
que intenta que no sea peyorativo, sino meramente descriptivo—,
como una expresión o reacción frente a la situación de conflicto
bélico de estos países.
Es
desde esta lectura alegórica como se complementa el análisis de los
elementos mágico realistas en
El
amor en los tiempos del cólera. Esta
obra resulta siendo el reflejo de la
historia de una nación, pues a través de la narración de «el
destino de los amores contrariados»8debatido
entre Fermina Daza y Florentino Ariza durante toda la obra; se
expresa un Conflicto Armado Interno en Colombia con más de 50 años
años, las mismas 5 décadas que tuvo que esperar Florentino Ariza a
Fermina Daza para reafirmarle su amor e intentar entablar diálogos
de paz con ella:
Florentizo
Ariza, en cambio, no había dejado de pensar en ella un solo instante
después de que Fermina Daza lo rechazó sin apelación después de
unos amores largos y contrariados, y habían transcurrido desde
entonces cincuenta
y un años, nueve meses y cuatro días.9
Se
trata entonces de una novela que en principio solo podría ser
pensada desde el género del romance; en la que desde el principio se
declaró un amor imposible por parte de Florentizo Ariza hacia
Fermina Daza, en inicio por éste ser pobre y atreverse a cortejar a
través de cartas a la protagonista del libro, situación a la que se
opuso tajantemente el padre de la misma, y por supuesto quien sí
aceptó que su hija se casara con Juvenal Urbino, alguien de la
aristocracia con profesión de médico. Pero los temas bélicos no
aparecen en el libro solo de manera metafórica, también se hacen
referencias puntuales como cuando Florentizo Ariza debía irse a la
guerra, pero por se hijo de una mujer soltera y tenerla que sostener,
fue exonerado.
Este
modelo trágico de romance latinoamericano no puede pensarse en la
misma escala en las novelas románticas europeas como Ana
Karenina
(1877), o Madame
Bovary
(1856) que igualmente tienen amores contrariados dentro de su trama,
pero que a
contrario sensu
de la obra analizada, el amor no correspondido no termina triunfando;
lo que sí acontece en el El
amor en los tiempos del cólera:
—¿Y
hasta cuándo cree usted que podemos seguir en este ir y venir del
carajo? —le preguntó.
Florentino
Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía cincuenta y tres
años, siete meses y once días con sus noches.
—Toda
la vida —dijo.10
Este
final en el libro, en el que los protagonistas quedan juntos y con un
aire triunfante, es analizado desde una perspectiva del realismo
mágico como un anhelo de reconciliación y paz de un país que lleva
inmerso más de cincuenta años en un Conflicto Interno Armado.
Se
le da una lectura ya no meramente romántica sino que se da como una
representación simbólica, en la que no solo se le da voz y voto a
unos personajes del común sino a la historia de toda una nación.
Narrativa alegórica que precisamente aporta el elemento
«maravilloso»
ya expuesto años antes por Carpentier (1948) como propio de una
realidad latinoamericana.
Obras
citadas
Anderson
Imbert, Enrique. 1976. El
realismo mágico y otros ensayos.
Caracas: Monte Ávila Editores. 8.
Carpentier,
Alejo. 2009. «Prólogo».
El
reino de este mundo.
5a
reimpr. Madrid: Alianza. 10.
García
Márquez, Gabriel. 1988. El
amor en los tiempos del cólera.
Madrid:
MONDADORI.
Leal,
Luis. 1967. «El
realismo mágico en la literatura hispanoamericana».
Cuadernos Americanos,
año
XXVI, núm. 4.
Ciudad de México: CVLTVRA, T. G., S. A:
232.http://www.cialc.unam.mx/ca/CuadernosAmericanos.1967.4/CuadernosAmericanos.1967.4.pdf.
Roh,
Franz. 1927. Realismo
mágico. Post expresionismo: problemas de la pintura europea más
reciente,
traducido por Fernando Vela. Madrid: Revista
de Occidente.
Uslar
Pietri, Arturo, 1948. Letras
y hombres de Venezuela.
México: Fondo de Cultura Económica. 162.
1
(Roh 1927, s.p.)
2
(Uslar Pietri 1948, 162)
3
(García Márquez 1988, 87)
4
(1988, 423)
5
(Leal 1967, 232)
6
(Imbert 1976, 8)
7
(Carpentier 2009, 10)
8
(García Márquez 1988, 13)
9
(1988, 75)
10
(García Márquez 1988, 443)
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